Cardiometabolismo
Actualización: ¿Qué más sabemos hoy sobre la Teneligliptina?
Aproximadamente, se estima que más de 425 millones de personas en el mundo tienen diabetes; de ellas, el 25% en Estados Unidos y cerca del 50% en Asia. En América Latina, se desconoce.
El abordaje de la DM2 es complejo y abarca cambios en el estilo de vida, así como también un tratamiento farmacológico, el cual, idealmente, debe cumplir con los criterios de eficacia, seguridad y ser costo-beneficioso. Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4; también conocidos como gliptinas) son una clase de agentes antidiabéticos ampliamente utilizados en el tratamiento de la DM2. Aunque el mecanismo de acción de todos los DPP-4 es el mismo, individualmente difieren en su farmacocinética, farmacodinamia y potencia.
La Teneligliptina es un inhibidor de la DPP-4 de clase 3, con una estructura única que mejora la potencia y selectividad, por lo que alcanza una actividad cinco veces mayor que otras gliptinas y una inhibición más extensa de la DPP-4. Se utiliza ampliamente ya sea en monoterapia o en combinación con otros medicamentos. En los últimos 2 años han surgido distintos estudios en escenarios de la vida real, que reafirman la eficacia y seguridad del tratamiento para la diabetes tipo 2 con Teneligliptina.
La atención del paciente diabético representa un verdadero desafío ya que padece una patología crónica con múltiples comorbilidades que requiere un enfoque multidisciplinario. La Asociación Americana de Diabetes y el Consenso “Manejo de la Hiperglucemia en la Diabetes tipo 2” y su actualización en 2019, (Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes) establecen que:
- Se requiere un enfoque centrado en el paciente para individualizar el tratamiento farmacológico y no farmacológico
- Deben considerarse las comorbilidades cardiovasculares y renales, así también como la presencia de insuficiencia cardíaca.
- Es imprescindible evaluar el riesgo de hipoglucemia.
- Es necesario considerar los efectos en el peso del paciente.
- Deben tenerse en cuenta los costos que debe asumir el paciente.
- Hay que tener presente los riesgos de desarrollar eventos adversos.
- No deben olvidarse las preferencias del paciente.
El tratamiento farmacológico inicial recomendado para la diabetes tipo 2 es la metformina, y debe mantenerse mientras el paciente lo tolere y no tenga contraindicaciones. Es posible que otros fármacos se combinen con la metformina; en algunos pacientes en forma conjunta desde el inicio; en otros según la respuesta al tratamiento inicial.
Los DPP-4, también conocidos como gliptinas, son una clase relativamente nueva de agentes antidiabéticos que han revolucionado el tratamiento de la DM2. Los DPP-4 generalmente se prescriben en pacientes que no han respondido bien a otros fármacos antidiabéticos como la metformina y las sulfonilureas. La Teneligliptina, un inhibidor de la DPP-4 de tercera generación, actúa como un inhibidor competitivo reversible de la DPP-4 y disminuye la degradación de GLP-1, estimulando en consecuencia la secreción de insulina y suprimiendo la secreción de glucagón de una manera dependiente de la glucosa.
Ofrece las ventajas de una posología única al día, neutralidad del peso con menor riesgo de hipoglucemia; por lo tanto, es de elección para utilizarlo en asociación con metformina y/o sulfonilureas. La combinación de Teneligliptina con inhibidores de SGLT-2, como terapia de combinación dual, o incluso con otros antidiabéticos orales y/o insulina necesita una evaluación adicional, aunque los resultados parecerían ser alentadores.En pacientes con insuficiencia renal, la Teneligliptina mejoró eficazmente los parámetros glucémicos sin modificar la tasa de filtrado glomerular, y también fue bien tolerado en pacientes con cualquier etapa de insuficiencia renal, desde la enfermedad renal normal hasta la etapa terminal, sin ajuste de dosis.
Por último, la Teneligliptina se mostró eficaz y segura en distintos grupos etarios. Sus efectos antioxidantes y pleiotrópicos han sido demostrados; probablemente su amplia distribución tisular, incluso en la vasculatura, sea uno de los motivos que lo expliquen. La Teneligliptina, una gliptina de tercera generación, se ha posicionado firmemente como un fármaco antidiabético, ya que ofrece eficacia y seguridad, en distintos grupos etarios, en monoterapia o combinado y en pacientes con distintos estadíos de insuficiencia renal.