Hay varios métodos recomendados en estos casos como dermoabrasión, radiofrecuencia fraccional con microagujas, láser de Co2 fraccional y peeling o exfoliación de la piel. Lo más importante es hacer una consulta con el dermatólogo para que pueda evaluar cada caso en particular.

Idealmente se recomienda realizar una limpieza facial luego de levantarse y antes de acostarse (dos veces al día) con agua tibia y jabón neutro. Secar sin frotar para evitar irritaciones. Esto contribuye a la limpieza de tu piel, elimina células muertas y el exceso de grasa que se acumula y que obstruye los poros.

Dentro de los cuidados diarios, realizar un lavado regular, con limpieza previa de productos cosméticos en caso de utilización de maquillajes. Posteriormente una hidratación adecuada con crema hidratante y protección del sol aplicando un factor de protección solar (FPS) que sea de al menos 30 o más todos los días.

El FPS debería ser de uso imprescindible en nuestro cuidado diario ya que tiene la función de proteger tu piel, reduciendo el riesgo al exponerte al sol de padecer cáncer de piel, además previene el envejecimiento de la piel antes de tiempo. Lo mejor es aplicarlo por lo menos 30 minutos antes de exponerte al sol.

Sí, manteniendo los cuidados diarios de tu piel, una hidratación adecuada y utilizando FPS evitando siempre la exposición al sol. Tu dermatólogo deberá ajustar el tratamiento durante el verano con medicamentos que sean compatibles para esa época del año, ya que hay determinados medicamentos para el acné como algunos antibióticos que generan fotosensibilidad (reacción cutánea excesiva a la luz solar).

Sí. En algunos casos de acné de mayor gravedad, que cursan con inflamación moderada o severa, o en aquellas personas que realizaron previamente terapia tópica no obteniendo una adecuada respuesta, también si hay áreas extensas comprometidas. Tu médico determinará cuál tratamiento es el adecuado en cada caso.

Sí, siempre que sea el maquillaje adecuado, libre de aceites o “no comedogénico”.

El tratamiento varía según cada persona y la gravedad de la enfermedad. Se requiere realizarlo durante varias semanas, aproximadamente tres meses. En algunos casos y bajo control estricto del médico, podrá extenderse este lapso si así éste lo considera.

Normalmente se hace un análisis de sangre con hemograma, que puede ampliarse según criterio médico con otras determinaciones, como glucosa, creatinina, enzimas del hígado llamadas GOT y GPT, colesterol total, triglicéridos y creatinfosfoquinasa (CPK).

Sí, es parte del cuidado diario sugerido de tu piel aplicar una crema hidratante que sea a base de agua o “no comedogénica”

Sí, puede suceder que algunas mujeres experimenten episodios de acné premenstruales debido a los cambios hormonales que suceden durante el ciclo menstrual.

Muchos factores intervienen en la aparición del acné y, en la mayoría de ocasiones, se debe a la combinación de varios de estos agentes: factores hormonales, genéticos, problemas en la queratina (es una proteína que forma parte de la capa más externa de la epidermis) que hace que se obstruyan los poros de tu piel, infección de los folículos pilosos por un microbio llamado “Cutibacterium acnes”, entre otras causas como estrés, alimentación y algunos medicamentos.

Hay tratamientos que se aplican de manera directa sobre la piel y otros que son vía oral. El médico siempre será el que definirá el tipo de tratamiento a seguir según las lesiones predominantes y la gravedad del acné.